Reflexionando sobre el precio de las cosas, en particular inmuebles
de Santa Fe sobre los que estimo conservadora y vagamente hay más de 500
departamentos en la zona con un costo mayor a 8 MDP, me he topado con un circulo vicioso de lo más cotorro.
El costo de un crédito hipotecario terrenal con un enganche menor igual
al 30% ronda algo así como el 80% del valor del inmueble (prácticamente
comprar 2 inmuebles iguales) y el ingreso mensual mínimo requerido para
ello es más o menos un 2% de dicho valor por lo que podemos concluir
que para comprar un departamento de 8 millones de pesos se requiere
pagar un total de $ 14 400 000 y se requiere un ingreso mensual de $ 160
000. ¿Existen más de 500 personas que ganen eso y quieran vivir en
Santa Fe? (Consideremos que sólo es una pequeña fracción del DF aunque
si se trata de una de las más caras) Si existe la oferta, es de
suponerse que existe una demanda similar o cercana; entonces, ¿a qué se
dedican esas personas que ganan lo suficiente?, alguien me apuntó en una
dirección adecuada; los vendedores de alto nivel, los que cierran
tratos entre empresas suelen tener comisiones altísimas por lo que no
sería raro encontrar varias personas de este tipo que alcancen el rango
necesario de ingresos (Claro, también existen los CEOs, funcionarios,
faranduleros y demás personajes de altos ingresos, pero considero que
esos son una minoría)
Ahí es donde empieza la ironía de todo
ésto, una empresa de consultoría que ofrece sus servicios a
instituciones financieras que a su vez ofrecen servicios de crédito
hipotecario, generalmente es una empresa muy grande y de servicios
caros; pero que al fin y al cabo deben ser ejecutados por personas
normales de ingresos regulares; la ganancia de un vendedor de este tipo
de empresa reside principalmente en su capacidad para vender un producto
muy caro y poder ejecutarlo muy barato; cualesquiera que sean sus
métodos es casi una regla que sus ingresos serán inversamente
proporcionales al costo de producción y por lo tanto al ingreso de quien
ejecute el servicio.
Pero entonces, ¿De dónde viene el
dinero para que la institución cliente compre un servicio tan caro? Por
supuesto de sus ingresos, pero entonces, ¿qué vende esa institución que
es tan caro? sus servicios como el crédito hipotecario por ejemplo, ¿y
quién teien el poder adquisitivo de comprar servicios tan costosos? Ahí
está el problema justamente.
El vendedor de altas comisiones
puede incluso tener el poder adquisitivo para comprar una propiedad sin
el crédito y por lo tanto sin pagar grandes intereses, (y claro no se
diga de los otros personajes mencionados) gracias a una capacidad
líquida; entonces, quien si paga los sobrepreciados costos de la
institución financiera son los ejecutores cuyo ingreso tiende a no
cambiar en el tiempo.
En un mundo hipotético de una sola
institución financiera y una sola empresa de consultoría, prácticamente
los ejecutores de la consultoría se pagarían a si mismos vía pago de
servicios financieros que dan las ganancias para comprar servicios de
consultoría que a su vez pagan sus ingresos; descontando las ganancias
de la institución financiera y el vendedor de la consultora, los
ejecutores se pagarían a si mismos cada vez menos.
Eso suena a un macabro plan de parte de los grandes poderes y los más adinerados, pero no es así, no es una gran conspiración, es simplemente un ejemplo de cómo la estupidez causa problemas proporcionales a la fortuna que se posee.
Lo que pasaría en el modelo hipotético es que eventualmente no podría pagarse a los ejecutores del servicio, por lo tanto no podrían pagar a la institución bancaria que tampoco podría comprar el servicio de consultoría, el vendedor no tendría comisiones y, ¿dónde quedó el dinero? En este modelo, acaparado por el vendedor pero si se expande la situación a varios tipos de comercios, varios proveedores y total, hasta un mundo real; es claro que el dinero se acapara y deja de fluir deteniendo así el funcionamiento.
Por ello podemos ver que sea un plan maligno o no es una medida muy tonta acaparar la riqueza de manera desmesurada, pues ésto repercute en la economía global en la medida que dicho fenómeno se repite afectando incluso a quien acapara al cabo del tiempo pues dejaría de haber servicios en cuáles gastar su riqueza; en la actualidad han ocurrido varios casos de este tipo a gran escala; si bien no hasta el punto del agotamiento total como aquí; si en aproximaciones peligrosas que colapsan las finanzas de grandes empresas y países.